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La caja de vuelo es ese pequeño taller ambulante que nos acompaña a cualquier lugar donde vayamos junto a nuestro modelo, y debe estar equipada con herramientas adecuadas para solventar los imprevistos más habituales que se nos puedan presentar en el campo de vuelo.

Cuando se es principiante, solemos prestar mucha más atención al modelo, a la emisora, y a los complementos directamente relacionados con éstos. Al salir de la tienda y tras dejar la cartera más vacía que el corazón de un banquero, es cuando rebuscamos en las más recónditas profundidades de los bolsillos, en busca de esos últimos euros con los que comprar un par de destornilladores, unas llaves básicas, y con suerte unos alicates de rótula de chapa.

Cuando pasan los primeros meses, avanzamos en el hobby y nos recuperamos del primer y fuerte desembolso, es cuando quizás empezamos a fijarnos en que utilizar la herramienta comprada en la tienda “del todo a 100” puede ser más peligroso de lo que pensábamos, y entonces empezamos a plantearnos cambiarla. Quizás porque algún compañero nos haya enseñado esos magníficos alicates con los que es tan sencillo desmontar las rótulas, o a lo peor, tras habernos costando sangre y sudor, sacar un tornillo tras dejar redonda la cabeza por utilizar una llave allen “de las de los chinos”.

Nuestro amplio refranero popular reza que “lo barato sale caro”, “que el dinero del pobre va dos veces al mercado”, y que “lo bueno… es caro”, pero en una afición como la nuestra utilizar herramientas de calidad nos puede ahorrar más de un dolor de cabeza.

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Llaves Allen

Es quizás la herramienta fundamental de la caja de vuelo de un piloto de helicópteros. Los tornillos con cabeza allen son los más utilizados por su reducido tamaño, fiabilidad de uso y por permitir un par de apriete considerablemente elevado gracias a su seis superficies de contacto. La llave debe entrar ajustada y alineada en la cabeza el tornillo. Si la llave es demasiado grande, la superficie de contacto se reduce a las aristas, y se corre el riesgo que la llave se acuñe dentro de la cabeza y se estropee tanto la llave como tornillo. Si se redondea el interior de la cabeza del tornillo, ya no habrá llave que puede extraerlo y deberemos recurrir a otros medios, demasiado laboriosos, y en algunos casos se echará a perder la pieza que lo aloja. Es una incidencia típica, cuando utilizamos juegos de llaves allen acodadas de mala calidad. Su material por lo general es relativamente blando y si se redondean sus aristas, se acuñan en la cabeza deteriorando también el tornillo.

Las llaves más aconsejables están fabricadas en algún tipo de aleación de acero endurecida, la más común es el “acero rápido”. Podremos distinguirlas por ser un material de aspecto brillante y porque el vástago suele presentar la inscripción HSS (High Speed Steel). El inconveniente de este material, sobre todo en las llaves más pequeñas es su escasa tolerancia a la torsión y a los golpes. Normalmente las llaves de buena calidad poseen un mango para facilitar su uso. En ocasiones la punta de la herramienta que penetra en el tornillo tienen forma de una “semiesfera hexagonal” que permite el apriete con la llave fuera del eje, muy útil para operar en tornillos de difícil acceso cuando la mecánica está totalmente montada. Pero que debido a la reducida superficie de contacto llave-tornillo, el par de apriete que podemos aplicar es mucho menor.

Llaves hexagonales de tuerca

Existen varios tipos de llave para apretar tuercas: Llave española (llave fija o de boca abierta), de tubo, de estrella acodada, de carraca, dinamométricas… aunque por regla general las que solemos utilizar en nuestro hobby son las llaves fijas y de tubo.

Al igual que sucedía con las llaves allen, deben estar construidas con algún tipo de acero templado, normalmente se utiliza una aleación al cromo-vanadio. También es importante utilizar la llave adecuada al tamaño de la tuerca, ya que una llave de mayor tamaño es una invitación a dejar redonda la tuerca, sobre todo en las medidas más pequeñas (ojo con las tuercas de M-3 ya que la llave que le corresponde es de 5,5, y no de 6). Bastaría con tener en la caja de vuelo con un juego de llaves fijas para tuercas partiendo de la llave de 4 hasta la llave de 12, aunque siempre dependerá de las tuercas y tornillos que utilice nuestro modelo. Las llaves de tubo o vaso tienen la ventaja de abarcar las 6 caras de la tuerca, por lo que se puede aplicar más fuerza al apretar.

Otro tipo de llaves menos convencionales son las llaves de carraca, que poseen un mango con trinquete y vasos intercambiables que facilitan la operación sobre la tuerca. La llave dinamométrica que incorpora un mecanismo en el que se puede regular el par de apriete para aplicaciones más delicadas.

Está totalmente desaconsejado la utilización de llaves inglesas, o las llaves fabricadas en chapa que en ocasiones se incluyen con algún tipo de accesorio para el helicóptero.

Destornilladores

Aunque nuestra primera preferencia debiera ser siempre la utilización de tornillos con cabeza allen (por ejemplo en el chasis), en ocasiones y por falta de espacio, no hay más remedio que utilizar tornillos con cabeza ranurada, o de estrella.

Existen dos tipos principales de destornillador, los de punta plana (o Parker) y los de punta de estrella (o Phillips). El par de apriete que podemos ejercer con este tipo herramienta es limitado, y el peligro de dañar la cabeza es bastante mayor, especialmente en los de cabeza Phillips, cuyas ranuras tienden a desaparecer cada vez que “salta” el destornillador.

Como siempre es imprescindible utilizar un tamaño de destornillador que mejor se adapte a la cabeza del tornillo. El material en la zona de contacto debe estar endurecido, lo cual se puede distinguir al presentar la punta una tonalidad diferente del resto del vástago.

Los formatos más comunes en los que suelen presentarse son el estándar con mango individual o el de puntas intercambiables. También son de utilidad para pequeños tornillos, los destornilladores de precisión o de relojero, los cuales incorporan en el extremo del mango una placa giratoria para un mejor control del par de apriete.

Herramientas de corte

Unas buenas tijeras y un cutter nunca deberían faltar en la caja de vuelo. Las aplicaciones para las que usemos estás herramientas son las propias de su naturaleza, aunque convendría apuntar lo beneficioso de reservar unas tijeras nuevas para los adhesivos de decoración de las cabinas, ya que unas tijeras gastadas suelen dejar picos y rebabas por los que con el tiempo podría levantarse el adhesivo.

Pinzas

Resultan muy útiles para sujetar piezas o introducir tuercas o tornillos en zonas inaccesibles a nuestros dedos, y que de otra manera nos obligaría a desmontar partes de la mecánica para facilitar su acceso. Se pueden encontrar en distintos tamaños y pueden presentar las puntas rectas o curvadas.

Alicates

Los más adecuados son los de puntas finas y alargadas, y tienen el mismo cometido que las pinzas, aunque con ellos podremos afianzar mejor la pieza.

Herramientas específicas

- Escariador de rótulas. Sirven para suavizar las rótulas nuevas, evitando que trabajen demasiado ajustadas perjudicando la velocidad y la precisión de mando. Existen varias medidas y marcas disponibles, por lo que lo más adecuado es adquirir la herramienta del mismo fabricante de nuestro modelo para no errar en la compra.

- Maneral para rótulas. Facilita el roscado de las rótulas en las varillas de mando. Su uso es especialmente agradecido cuando se ha de montar un helicóptero nuevo. Roscar una gran cantidad de rótulas con multitud de varillas de mando puede resultar doloroso para las manos.

- Alicates para rótulas. Herramienta especifica que facilita la operación de montaje y desmontaje de las rotulas. Básicamente se trata de un alicate mecanizado con ambas puntas ahorquilladas, en una de las cuales presenta un pequeño tetón que se apoya en la bola mientras la horquilla opuesta extrae la rótula. Su precio es relativamente elevado, pero es una de las herramientas que más merecen el gasto. Existe una versión económica fabricada en chapa, pero sus resultados distan mucho de ser satisfactorios.

- Llave de bujía de carraca. Consta de un maneral que lleva incorporado un rodamiento unidireccional, y de un vástago a modo de llave de vaso. Dependiendo de la posición que coloquemos el maneral, apretaremos o aflojaremos la bujía. Resulta muy práctica para desahogar el motor sin necesidad de desmontar la cabina en algunos modelos de helicóptero.

- Nivelador de plato. Sirve para comprobar que el plato cíclico sube y baja nivelado en todo su recorrido. Su funcionamiento es bastante sencillo, y su finalidad es la de presentar una superficie de referencia perpendicular al eje principal, sobre la que compararemos la inclinación del plato. Existen diversos modelos aunque todos comparten el mismo fundamento.

- Llave para bloquear volante de inercia. Consta de un mango y de tres agujeros alineados. Los agujeros laterales sirven para fijar la llave al volante, y por el central pasaremos la llave de tubo para apretar la tuerca del cigüeñal sin necesidad de bloquear el motor por dentro. Podemos comprar una llave comercial, aunque es una herramienta muy fácil de fabricar.

- Extractor del volante de inercia. Después de aflojar la tuerca del cigüeñal seguramente necesitaremos un extractor para sacar el volante. El útil consta de tres agujeros alineados, dos para los tornillos que fijan el extractor al volante, y uno central, roscado, por que introduciremos un tornillo hasta que apoye en el extremo del cigüeñal. Una vez aquí, con un solo golpe de llave habremos desencajado el volante. También es sencillo de fabricar.

Conclusión

Nuestro hobby está especialmente enfocado a la mecánica, y por tanto necesitaremos buenas herramientas para llevar a cabo las labores básicas de mantenimiento y reparación, ya que con herramientas inadecuadas podremos estropear más que arreglar nuestras preciadas máquinas.

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Por Juan Pedro del Moral

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